No sólo se puede modificar la titularidad, sino que debe hacerse para evitar futuros problemas.
En un caso como el descrito cabría la subrogación en el contrato del nuevo titular, manteniéndose todos los términos y condiciones del mismo y sin que ello suponga ningún coste.
La subrogación del contrato se puede hacer por Internet (a través de la página web de la empresa encargada) por vía telefónica o de manera presencial en las oficinas de la compañía suministradora, pero en ningún caso se requiere finalizar el contrato preexistente y suscribir otro nuevo, sino simplemente cambiar la titularidad.
Lo habitual es que para realizar este trámite se solicite al nuevo titular cierta documentación extra como puede ser el libro de familia, el certificado de defunción, el derecho de usufructo de la vivienda etc.